Este personaje tan divertido comparte sus aventuras con otros dos niños, Tommy y Annika, unos hermanos que son todo lo contrario de Pippi, tienen papá y mamá, van al colegio y se portan muy bien.
Y por eso mismo les encanta Pippi, porque es muy distinta, aunque a veces no entienden bien las cosas que hace, por ejemplo, dormir al revés, con los pies en la almohada, o regar las flores del jardín cuando está lloviendo, o dar de comer al caballo en… ¡la cocina!
Pero lo que está claro es que Pippi, con su imaginación, descaro y generosidad, les hace mucho bien.