Realizada en 1988 por el cineasta estadounidense Robert Zemeckis, ¿QUIÉN ENGAÑÓ A ROGER RABBIT? es una película alucinante en la que durante más de hora y media se mezclan personas de carne y hueso con personajes de dibujos animados.

Pero esta mezcla tan curiosa no es ninguna novedad, porque ya existía en tiempos del cine mudo. Si, sí, ya en 1919 a unos cineastas un poco chiflados se les ocurrió la idea de juntar en la misma imagen a actores de verdad y a personajes dibujados.

De hecho, si esta película en color es tan estupenda, es sobretodo por su historia. En cine, para conseguir contar una super historia, hay que tener, por lo menos, una buena idea para empezar.

En ¿QUIÉN ENGAÑÓ A ROGER RABBIT?, la idea genial fue imaginar que los personajes de dibujos animados vivían como los actores. Después de haber estado trabajando como locos ante las cámaras, los “dibus” dejan los estudios y se vuelven tranquilamente a sus casas en Dibullywood.

Pero ¿por qué se llaman “dibus”? Está bastante claro, se llaman así por lo que son. Los “dibus” son seres dibujados y coloreados en dos dimensiones, y de ahí su nombre

Después de esta pequeña explicación de vocabulario, todavía tenemos que saber algo muy importante, y es que, aunque lleven una vida bastante normal, los “dibus” son un poquito especiales… comparados con nosotros.

Al hacer que personajes de carne y hueso actúen con los “dibus”, el cineasta consigue que comparemos continuamente a unos y otros y precisamente ésta es la razón de que la película sea tan divertida.

Por ejemplo, los “dibus” parece que son inmortales, como en casi todos los dibujos animados. Se les puede caer encima un montón de pianos,que ellos siguen corriendo. Pero cuando a nosotros los humanos, un bromista nos aplasta con un piano, nos cuesta un poquito más levantarnos, ¿a que sí?

Sólo hay una manera de deshacerse de los “dibus” y es hacer que se metan en un disolvente que en la película se llama “el baño”. Claro, tiene su lógica, porque el disolvente disuelve la pintura…

Todos los “dibus” están hechos de cartón y de pintura y por eso le tienen tanto miedo al baño. Eso es lo que le pasa al conejo Roger Rabbit, que es la estrella de los estudios de cine del señor Maroon.

Cuando empieza la película, el pobre Roger parece estar deprimidísimo. Y su productor de carne y hueso, el señor Maroon, está muy preocupado. Decide contratar a Eddie Valiant, un detective privado de verdad, especialista en investigaciones sobre los “dibus”.

El detective se pone enseguida a investigar para descubrir el secreto del extraño comportamiento del conejo estrella. Pero ya no vamos a decir nada más para no romper el suspenso…

Para que salieran en la misma escena Eddie Valiant y Roger Rabbit, el cineasta utilizó una técnica especial que se hace en distintas etapas.

Primero, hizo dibujar la escena para tener un modelo. Gracias a esta serie de esbozos, que se llama “story-board”, el actor que interpreta a Eddie Valiant pudo orientarse y actuar como si tuviera de verdad a Roger Rabbit delante. El cineasta entonces filmó al actor que estaba actuando y hablando solo.

Después de revelar la película, proyectó este fragmento ante los 300 dibujantes que hacían los “dibus”. Este ejército de dibujantes dibujó luego todos los movimientos que hace Roger en esta escena.

Después, el cineasta filmó imagen por imagen todos los dibujos en los que se ve a Roger actuar él solo. Mientras tanto, el actor que pone la voz a Roger Rabbit, grabó en el estudio todo lo que el conejo le dice al detective en la escena.

Y por fin llega el momento del gran truco. El cineasta filma juntas las imágenes del actor que actúa solo y los dibujos animados, poniendo unas sobre otras en una cámara especial que se llama impresora. Y así consigue la escena en la que salen juntos Roger y Eddie Valiant.

En 1988, esta técnica, que se había inventado en tiempos del cine mudo, todavía se empleaba mucho… Hoy, se hace todo con computadora, lo que es mucho más rápido.